Agentes sociales celebran 50 años de sacerdocio de P. Alfonso Baeza
A nombre de la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores el Vicario Rodrigo Tupper dio la bienvenida. También estuvieron representantes de otras iglesias cristianas: la pastora Juana Albornoz y el Obispo Neftalí Aravena, entre otros, quienes integran la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas, FASIC, en la que el padre Alfonso participa hace muchos años.
Fue una ceremonia llena de significado donde hubo momentos para recordar su trayectoria y agradecer su compromiso con la justicia social y con los más pobres. Dieron su testimonio entre otras personas Juana Otarola, de la Población José María Caro; Luis Fuentealba, dirigente sindical de la ANEF, y Pedro Rosas, Director del Departamento de Historia de la Universidad ARCIS y ex preso político, quienes compartieron en distintos momentos de su vida con el Padre Alfonso.
Numerosas personas que compartieron con él durante estos años quisieron acompañarlo en esta celebración. Integrantes del Movimiento Obrero de Acción Católica, MOAC; de la Asociación Nacional de Empleadas de Casa Particular, ANECAP; de la Juventud Obrera Católica, JOC, pobladores de la José María Caro, donde él vive; ex presos políticos, entre muchos otros.
Un momento significativo fue cuando se acercaron diversas personas al padre Alfonso para entregarle signos que simbolizaban su labor como sacerdote: una Biblia, una canasta con frutas y el cirio de la Vicaría de la Solidaridad.
Defensor de los Derechos Humanos
En estas 5 décadas, el Padre Alfonso Baeza se ha destacado por su permanente defensa de los derechos humanos. Tras el golpe militar de 1973, colaboró activamente en el Comité Pro Paz y más tarde fue asesor de la Vicaría de la Solidaridad.
Desde 1976 hasta el 2000 fue Vicario de Pastoral Obrera. En los años noventa y luego de la llegada de la Democracia asume en 1992 como ProVicario de Pastoral Social y en 1998 como Vicario. A la cabeza de esta institución continuó su tarea de defensa de los derechos humanos de las personas y grupos más vulnerables de la sociedad entre ellos los cientos de refugiados que empezaron a llegar a Chile en busca de protección.
En 1999, a raíz de una situación conflictiva originada en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), comenzó una labor de mediación entre los internos y las autoridades de Gendarmería destinada a humanizar y mejorar las relaciones humanas.
En noviembre y diciembre del año 2000, debido a las huelgas de hambre realizadas por internos en numerosos recintos carcelarios del país, como reacción ante la muerte de 6 presos calcinados en la Cárcel de San Miguel, tomó contacto con la realidad de vida de los presos comunes en las cárceles y sirvió de mediador en la solución de esos conflictos, labor que mantuvo conjuntamente con Gendarmería y con familiares de presos agrupados en CONFAPRECO, Confraternidad de Amigos y familiares de Presos Comunes, en pro de lograr el respeto a los derechos humanos de los presos.
Fue Vicario hasta marzo 2006 cuando asumió como Vicepresidente de Caritas Chile cargo que ocupó hasta el año pasado.
Fuente: Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores
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