Finalizó el triduo celebrativo por los 50 años del P. Alfonso Baeza
Con una alegre eucaristía presidida por el mismo Padre Alfonso y co-celebrada por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Mons. Alejandro Goic y una veintena de presbíteros, concluyeron las actividades conmemorativas al cumplirse cinco décadas de su ordenación sacerdotal.
Rápidamente, a eso de las 16.00 horas de este domingo 13 de junio, las bancas de la centenaria iglesia de San Francisco de Alameda se fueron llenando de sonrisas, recuerdos y cariño, en el rostro de los cientos de fieles y amigos de toda una vida que llegaron para dar gracias a Dios por los cincuenta años de sacerdocio del P. Alfonso Baeza, bajo la motivación “Me envió a Evangelizar a los pobres” (Lc. 4, 18)
Al inicio de la eucaristía, el Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Javier Errázuriz, agradeció a Dios por ejemplo de una consagrada al servicio de la justicia social, cercana a los demás, e inalterable en el tiempo.
“Lo único que ha perdido el P. Alfonso en estos años es el talante de ingeniero”, indicó el Cardenal, sacando una sonrisa en los presentes.
Más tarde en la homilía, el sacerdote Mariano Puga -uno de sus amigos de toda la vida-, junto con destacar su ejemplo de servicio y cercanía con los más necesitados, le hizo entrega de una estola con una serie de rostros de trabajadores bordados.
“Debemos asumir la causa de los pobres y la denuncia en un sistema que sigue causando pobreza y marginación, y eso tiene que ver con la limpieza de corazón con que celebramos la eucaristía. Si callamos ante los miles de crucificados que hay en nuestros días, el Señor nos dirá: apártate de mí, obrador de inequidad porque no me confesaste delante de los hombres”, indicó el Padre Mariano Puga, haciendo alusión a un sacerdocio comprometido con el prójimo, siguiendo el modelo de Cristo.
Posteriormente, Mons. Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), agradeció la labor de Mons. Baeza, a quién calificó como “Un hombre sin doblés”, comparándolo con el apóstol Natanael.
Finalmente, previo al envío, el P. Rodrigo Tupper, leyó un afectuoso saludo hacia el P. Alfonso desde Francia del sacerdote Pierre Dubois.
Fuente: Comunicaciones Caritas